QueMilesDeFloresAlcancenPlenitud

Las compañías siempre vienen dibujadas
al lado de las cinturas,
como si abrazar significara también disfrazarse.

Los que se van sin que los hechen vuelven sin que los llamen,
los que llegan no vienen si no los llamas,
y para eso se creó ya todo un abecedario,
una sonrisa perfecta, una sonrisa escogida,
y una puerta que debe estar cerrada.

Las manos llenas de dedos compañeros pasaron de moda,
hoy predominan los buenos paisajes dentro de los ojos.

Hay que estar listos para las derrotas y los cambios,
para dejar de ser por estar de pronto,
como ellos quieren.
Hay que empezar a acostumbrarse a los espejos
que a diferencia de los nuevos amigos,
llegaron para quedarse.

Hombre extraño:
tus ojos que me evitan quizá por temos, también me llaman
y de a poco nuestras manos comienzan a tomar firmeza;
juntas.-