Caro que sí, cuando mis viejos amigos caminen por las calles que tantas veces me preguntaron por qué barría. Imagino sus caras y sus exclamaciones pero creo que imaginar agota los sueños. Imagino lo que es la libertad y me suena a palabra aguda sin tilde, pero la agudés penetra en cada uno de nuestros corazones.
Podría imaginar toda la vida como sería vivir libre pero creo que la única libertad que existe es la de imaginar.
Definitivamente imaginar agota los sueños.
La historia se cansó de todo esto, cuento repetido, pero nosotros seguimos vivos, si no creemos en la esperanza, qué hay para mañana?
Puede imaginar agotar los sueños pero es hora de transformar los sueños en objetivos.
Caballerísimo engreído ya todo sabemos lo que toca, que de campaña en campaña te escupan la valiosa línea definitiva para que luego y te sientes a ni escupir la dignidad de la gente.
Bestia, ahora y como siempre que lindo maquillaje, desgraciado ya ni pareces lo que fuiste hace tantos años. Perfecto, la tecnología avanza, el capitalismo avanza, el progreso nos ataca inevitablemente en este país donde gobierna la democracia cada vez más dentro de sus bocas, pero no olvides que existe y cada día se levanta el pueblo que también avanza.
Personaje, eres una alternativa, no juegues con fuego maldito pirómano; aquí presente las cenizas y el combustible así que arda todo incansablemente y que la paz no llegue hasta tener clara la victoria.
Y florecer en medio de la lluvia, dejar de ver la sangre que corre a máxima velocidad. Regar tu cuerpo con mi mirada sin debilitar tu reflejo siquiera. Encontrarme con el sabor de tu piel y descansar mis manos en la puerta que abre paso al paraíso.-
Nadie dijo que sería fácil pero aquí todos gritan, en el mundo de aquí aquí todos gritan; no miró jamás las palabras como conciliadoras del sueño y lamentablemente tenía mucho que decir sobre sus ojos.
Nadie dijo que le gustaría pero se fue de beso en patada, aquí todos gritan a oídos cerrados, de seguro no son patéticos como yo lo paresco, pero no me dijo que sería fácil necesitarlos: buscar la fuerza de las miradas desorientadas, encontrar el auxilio del rendido, regalar caricias a medio kilo.
Nadie advirtió que en un bostezo se tragan las esperanzas así que mejor ni pestañar.
Cada loco con su tema, temazo, temasuyo, y de nadie más.
A mí podrán no haber dicho, pero que alguien advierta a estas pobres almas! mejor que nadie permanezca en silencio así a nadie podrán culpar, y libertad al sobreviviente que quiera acompañarme porque no bastan alas para volar.
Sujétate de mi cabello, cuélgate de la saliva que cae mientras te sueño, abrázate a mi voz regalada en algún grito de auxilio.
No me calles las palabras, querido, te lo ruego, que de seguro tus oídos tienen mucho que decir. Mejor a caricia las imágenes que lleguen de pronto, por casualidad, en medio del cielo que baila para nuestros ojos, donde quiera que estés, o en medio de tu tempestad, quién sabrá. Pero hay imágenes que reclaman tu mirada ya acostumbradas ¿ o ya olvidaste que dentro de un suspiro hay más que cien caricias de superficie, menos la inseguridad que requiere el tiempo, divididos en un sueño?
Sujétate de mis uñas sucias que de rasguñarte no se cansan y esperan con bienvenida a los dedos. Abrázate al deseo de mi aliento, quédate con el sabor de mi risa, y en entre mis brazos refújiate en el cielo que bajé por ti.
Agárrate con fuerza al recuerdo y mas no lo dejes ir, ni en descuido, que el olvido es cruel para quien espera.
Te lo suplico: acaricia mis firmes huellas porque voy besando los pasos hasta encontrar denuevo el camino de tus manos.
Y si por suerte piensas en el tiempo que nos unió en mirada y deseo, afírmate fuerte a las ganas que tuvimos, rasguña las palabras que salieron de mi boca y con permiso gasta cada gota de pasado.
Así, a ver si despertamos hoy del sueño de aquella noche en que tu respiración se unió a la mía, cariño, porque sin duda el aire que exhalas aún no encuentra la salida sin mi boca esperándolo.
De decir te amo ya sean cansado muchas lenguas, de escupir amor se han gastado muchos versos. Para eso hay más de un abecedario encendido o en el misterio de una noche creamos extraviados los corazones de los amantes.
Basta de canciones e himnos para el amor ya de de sentir el corazón se agota de pronto, y de forzar latidos la sangre llora inevitablemente.
Aquí tienes el sonido vocal del alma que canta para sorprender al mundo en un solo grito.
Para morir de amor están las fieles que esperan a su amante viajero, para vivir por amor existen las parejas que dejan sus vidas para comenzar otra. Para cantarle al amor hay canciones hasta debajo de la lengua, detrás de las campanas; al alcance de los labios.
Si de los presentes alguno quisiera tomar palabra y decir que de amor ha enloquecido, trague saliva que yo de la locura me he enamorado.
No gasto palabras para decir que no creo en amantes fieles a tradición un y mil veces escrita; jamás he muerto , ni vivido por amor, mas quisiera agregar que satisfecha agradezco a mi corazón que de palpitar no a cansado la pasión y la vida que me da.
Querido corazón, que a nadie pertenece, que de amor no has cansado mi vida, y a mi vida amo con locura; protege la fuente de alegría que defiendo en mis manos día a día.
Como la lluvia que riega todos lo campos, he aquí el momento en el que el aire se vuelve transparente y declara la guerra entre el cielo y la tierra. Como un día de lluvia llegó la batalla, y nadie quere salir al combate; todos prefieren no lavarse la cara del humillado maquillaje brulón; detrás del anhelado paraguas, que sin parar corta los gritos que caen sobre los rostros para decirle al mundo qué esconden esos ojos, que simulan apatía a los océanos evaporados, como los mares de lágrimas. La lluvia que cae como espanto entre la multitud desdichada, que nadie sale, y a esconderse en sus hogares. Hoy llegó un día de lluvia pero no a tocar nuestra puerta, si no más bien nuestro techo, desea comprobar si queremos abriles y limpiar la mente. Maldito día de lluvia, que nadie lo llamó, y desnudos lo resivimos, como si un resfrío al cuerpo pudiera enfermar más que el acumulo de una vista cegada. ¡Alerta! que el cielo llora para todos, y sus lágrimas nos declaran la guerra. Como si pudieran evitarlo, todos corren a buscar techo, el escudo perfecto, a la sangre del cielo.
Llueve Llueve
¿hay cómo las gotas de lluvia en la cara? yo diría que la música de la lluvia podría enbriagarnos a todos si supiéramos escucharla. Estoy borracha.
De todas maneras nada se compara al arcoiris que asoma temeroso a la vista de todos; después de la lluvia, todos salen satisfechos creyendo que han ganado la batalla, pero de la cara caen a pedazos las evidencias de la derrota, y con sus sonrisas irónicas vuelven a la rutina, de todo, de lo mismo y de nada, a la calle la gente, despreocupada. No importa, callado mira el aroiris detrás del cielo, y se aleja con su usual risa dejando quizá rastros de su triunfante alegría.
Afuera todos caminan como siempre, claro que hoy no quiero ser parte de sus vidas, prefiero ser invisible.
He creído durante tanto tiempo en la influencia que puedo llegar a tener en la vida de ellos que prefiero no opacarlo hoy, esconderme aquí y fingir ser parte de la ventana para que allá a fuera ni aquí dentro puedan pensar algo de mí. Prefiero pensar que el caballero que cruza rápidamente la calle no me miró fugazmente como a una persona, si no como parte del paisaje que obligadamente hay que observar en la calle para luego olvidar. Prefiero pensar que la señora con la bolsa no me odia por ir ella parada y yo en el asiento donde perfectamente podría ella ir descansando de la larga jornada laboral.
Mi vista se apago como si viera en blanco y negro, o como si todo fuera gris. No tengo pena, sin embargo, hoy no tengo ganas de ser parte de la vida del resto, mejor ser invisible.
Este aparato se detiene, intento observar a la multitud sin que me vean. Supongo que alguno de esos rostros esconde detrás una culpa: quizá la señora un infidelidad, o el joven escolar un día de cimarra, o quién sabe si el gordo barbudo un asesinato.
Aquella muchacha no tiene rostro, sólo tiene cabeza, pero su cara no dice nada y eso es no tener rostro. Creo que guarda algo, al igual que todos, al igual que yo, pero su "cara" no dice nada, algo muy terrible quizá, o tal vez tengo mucha imaginación y simplemente el chofer quiere dejarme luego en mi destino y a los demás también, rápido, porque debe llegar temprano a casa y tiene mucha pena, pero que lástima que justo hoy no lo haya saludado como todos los días, preferí darme el gusto de hacerme la invisible.
Ya me agoté, hoy es un día en que no soy nadie, ni para mí ni para ellos, que egoísta, por favor. Me cansé de mirar, puedo cerrar mis ojos ¿verdad? fingiré dormir, como hace el señor de mi lado para no dar el asiento, aunque no sé por qué lo hago.
Puedo escuchar; detrás mío los adolescentes que ríen y celebran sus hazañas; nadie quería saber que él la llevó a su casa... pero tuvimos que escucharlo.
A nadie le importa saber que la señora de adelante está harta del alcalde y el gobierno que descarado, mi dios, ella quiere que todos lo sepan, pero no queremos escuchar a una mujer que se la comieron los años para digerir a una vieja con arrugas asqueada del mundo y sin ganas de la vida.
Después: silencio. A lo lejos alguien habla. ¡Cállense! quiero escuchar.
Pobrecita, su novio la dejó, no puedo creértelo, ese fue con esa perr... a no, por supuesto que no, él dijo que te quería con tus virtudes y defectos, aunque fueras manipuladora, celosa, descuidada, criticona, escrupulosa, arrogante, peleadora, egoísta, aburrida, dominante, y quisieras llegar virgen al matrimonio... desgraciado; no llores, que se vaya con "la otra".
Basta, ya no quiero ser invisible, no soporto esto. Abro los ojos mejor, pero... ¡no! yo me bajo aquí, acabo de pasarme. Toquen el timbre, por favor. ¡Abra la puerta! debo integrarme al mundo, debo integrarme al mundo, debo hacer algo por el mundo.
Serás y mientras lloro, serás oro y mientras cobre, serás y mientras regalo un beso a algún yo quiero por él.
Serás y mientras canto hasta que mi canto sea himno; serás el fuego mientras el hielo se derrite lento. Serás y mientras, mientras caminamos y te tiendo por ahora mi mando, que sólo por hoy rechazas. Serás y mientras un abrazo sale a buscarte. Serás amor y mientras seré polvo.
Serás cuando el beso te encuentre caminando en tus lágrimas, cuando el himno lo entonemos y ambos extendamos la mano para no caer. Serás cuando el abrazo sea no para inventar el amor haciéndolo de la nada, más bien cuando sea suficiente el amor para vivirlo como el fuego ardiente. Serás amor y mientras tanto río, sueño y canto en el rincón de la esperanza.
Olvidadas mis palabras desifré entre plovo y pólvora, entre juegos y luchas, en medio de la dulzura y la capucha, o en la ola que me escupe el rostro a veces.
Extraña miré las palabras agotadas de tanta saliva, fingiendo cadenciosa armonía en el mismo eco de la derrota.
Perdidas mis palabras entre la verdad y la utopía de mis más querida realidad.
Realidad sincera, mentirosa de palabra poco convincente que suele confiar; te vi desnuda en la boca del hablador, bailando una nota del cantor, en el verso del poeta soñador. Ahora bien, que continúe la batalla sin decir más, con la boca cerrada esperando un beso, con las manos atadas imaginando la silueta de un cuerpo. Nada que decir, que sola hable la palabra.
Nadie lo creerá pero ayer mientras ojeaba los días colgado vi a un niño de aquella estrella a la orilla del cielo. Se caía el niño divertido en su juego peligroso, atado a un sueño lejano disfrutando por ganarlo.
Ni asustado el pequeño con mi alma en pedazos pero ni mis gritos escuchó de socorro y de espanto.
Columpiado de una estrella, quién lo diría, pero bueno es astuto el chiquillo: soñó con el cielo, y salió a buscarlo.
¿ y puedo ? Pregnté, me miró defraudado.
Lo siento, chilló el mocoso, a su edad los sueños se fueron ya lejos.
De acuerdo, pequeño, olvidé cómo hacerlo.
Váyase viejo, no amargue mis años con los suyos, tráguese su vida a sorbos. Lamente sus penas y glorias inalcanzables, olvide la convicción de un paso y la ternura de una mirada. De mí queda un río largo con peces, un cielo donde las estrellas sirven de colmpios y no de horcas, queda dulzura y fuerzas para no avergonzarme de la palabra espe ran za.
Canto. Burlose el viento de mis temores. Riose de mi paisaje tu cara de amor sin pecado. Y canto a mi preferido entre los defectos tuyos. Amo tu incierto, mudo y ciego coraje de no avergonzarte el rostro siquiera, porque mis odios son delatores expertos en verdugos y sabelotodo; ni sonrojas tampoco la mirada que golpeo de patada rabia sincera.
Y canto a todos mis odio que sin ellos qué sería de mí de mi canto, mi llanto y mi risa también.
Un hombre y una mujer se miran, intentan disimularlo, pero es evidente la atracción que entre miradas delatan. Un hombre y una mujer, se rozan la virgen piel escondida que una prenda de vestir amenazada de muerte su misión debe cumplir.
Príncipe y princesa, tan temerosos conocen la piel que tantas veces soñaron. Entre piernas alertas los cuerpos encendidos de amor, hombre y mujer se unieron en plena comunión.
Un hombre y una mujer iguales al resto no se miran a los ojos, ¿qué hacéis cautelosa dama con qué varón avergonzado?
Ustedes, que debajo de una sábana encienden un cigarro que envenena de amor el altercado. Claro, son amantes del olvido y sin recordar o no tanto, al final de la noche corren desamparados.
Un hombre y una mujer con sus cuerpos desvirginados se rozan en la calle; disculpe tendré más cuidado.
Pensé llamarte, buscarte, escribirte. Prometí que no haría nada por evitar que día a día me odies con más ganas, pero no logro mantener la calma en circunstancias como esta, cuando todo me habla de ti, cuando te busco discretamente para que no lo sepas. A veces te imagino perdido, y ojalá no lo estés; otras veces te veo sentado en la luna, colgado del cielo, cantando algún verso escondido. Pero qué sabré yo, aquí tan lejos mientras que el tiempo te hace cambiar y ya no sé quién eres. ¿quienes somos?, ¿quienes fuimos?, ¿que importa ahora?; los mismos árboles que alguna vez nos vieron reír, hoy me preguntan por ti, las mismas flores que algún día no estarán; ¿y quién vendrá para recordarme cuánto te amé? tu fragancia se me confunde con el viento, y en otoño las ojas se desprenden para caer en el suelo olvidadas con el tiempo. Mi intuición salta de ilusión en inquetud, de inquetud en interrogante. Me pregunto hasta qué extremo puedo llegar a extrañarte, a necesitar una risa tuya. ¿Qué estoy haciendo? no quiero que caigas en algún profundo precipicio más ondo del que alguna vez te arrojé. Debería gritarte que por favor no me llames más, y por favor no lo hagas. Ódiame. Nuestra despedida sin adiós con el tiempo se hace mas profunda, pero como si el mundo girara caemos en la ridiculez de coincidir en tiempo, y ojalá en espacio. Pero no puedo ir a tu encuentro, y lo siento si esperaste más, pero mi labor ahora es desepcionarte; hacer que lazos indestructibles se transformen al menos. Aquí estaré siempre, y rechazo una caricia tuya que desde lejos me busca, no gastemos ganas que podríamos compartir con gente que de verdad vale la pena. Ya nada vale la pena, ni el color del cristal con que se mira.
Lautaro gritó a Caupolicán: “¿listo para la batalla?”, y el toqui respondió: “Listo; las familias se organizan con los loncos a la cabeza y las machis alertas”. Por la costa las balsas replegaban el mar y tranquilos se mantenían en guardia. El sol apareció entre las montañas, donde los gallos cantaban como nunca. De pronto, desde el norte se escuchó un rugido más fuerte que el de un león. Comenzó el combate; los indios corriendo con sus puños en alto, batallaron hasta la muerte.
(texto entregado por Mariel para el concurso colo colo en 84 palabras. Abril 2009)
Te escondes detrás de una piedra o la piel morena que decora tus manos que también son mías. Tu piel que protege la sonrisa tuya que tan afortunada me hace. Pero en fin te escondes de mi socorro cuando intento socorrer tu alma e invitas a mi cuerpo a ser parte del tuyo, pero entre sábanas aún te escondes y me quieres esconder contigo.
Pero ¿qué fue de todo lo que tenía para ti? te columpias de mis ilusiones que guardo en silencio, nuestro silencio. Pero ¿quieres escuchar lo que tengo que decirte? te escondes de tus propios sueños para no debilitarte, pero me debilitas.
Te escondes, detrás de una caricia que me hace volar o una sonrisa que quisiera guardar. Te escondes.
Como si no supiera lo que quieres decirme y aún así no lo sé, pero quiero que me ames como me gusta y no sé si me amas como sólo tú sabes amar.
Pero aunque te escondas puedo encontrarte, debajo de una luna llena que te mira. O le pregunto al viento que tanto te conoce ¿dónde estas escondido para ir y abrazarte?
Es hora de comenzar a ser nosotros, saltarnos el límite que nos designa el extraño y aferrarnos a la idea de caminar por un sendero que nos lleva a la plenitud de nuestro ser; de nuestro querer ser alguien diferente, de no sentirse parte del resto, sino de un espejo autocrítico que señala virtudes y defectos en el mundo real que con nuestras manos construimos. Es tiempo de dejar salir a nuestra alma a través de nuestro cuerpo, mas que una imagen, una persona que el mundo necesita conocer para deleitarse con las cualidades únicas que cada persona tiene como gran especialidad. Privar al resto de nuestro verdadero ser que llevamos dentro es el acto egoísta que conlleva la inseguridad, el miedo a mostrar lo diferente que podemos ser, lo maravilloso que escondemos debajo la piel. Cada gloria necesita un previo error, como qué sería del levantarse sin haberse caído una vez antes; el verdadero conflicto se genera cuando de tanto correr se nos agotan los pasos, entonces agotado de tanto caminar en círculo queremos caer exhaustos. El verdadero sentido del andar, espera por nosotros en cada milímetro que avanzamos, no hacia el mismo sitio, sino hacia un horizonte que no logramos percibir, cuando inagotablemente seguimos el infinito que nunca saciará nuestra sed con suficiente alegría, ni con suficiente amor. Pero ¿qué pasa cuando nos vemos solos ante el abismo? el escoger a una persona cuando sentimos que más la requerimos no lleva a buenos resultados; el que busca desesperadamente no encuentra lo que necesita. Disfrutar de cada momento y sonreír, cuando de pronto sin darte miras a un lado y ahí está, ahí junto a ti, caminado hacia un mismo destino, afirmándote en cada paso, afirmándolo en cada paso. Conjuntamente, podemos decir, que dentro de nuestra soledad siempre estuvo presente una compañía que silenciosamente nos gritaba que nos levantáramos, que siguiéramos, era ella la que nos creaba la ilusión de que más adelante estaría esperándonos, jugando alegremente con nuestros sueños.
Ahí vas: a mi lado, en mi soledad y en mi silencio, colgado de mis ilusiones que también son tuyas, en la plenitud de nosotros mismos sin piel y sin espejo, sin prejuicios y sin vanidades. No sabemos si la eternidad nos pertenece, pero caminamos hacia ella con las ganas de saber que somos uno. Es hora de mirarnos a los ojos, pero será mejor mañana, cuando tengamos que mirarnos las almas.
Los árboles bailan a ronda del sur y los pájaros juegan a ser cometas.
El mundo da la vuelta de su vida pero nadie se da cuenta que está de cabeza un día se caerá la luna del cielo y nadie vendrá a recogerla.
Los peces se creen barcos de ida y vuelta pero siempre una hembra queda llorando.
Pueden pensarse infelices los mortales que tienen la suerte de vivir un mundo en la perfección, si a final de cuentas ganamos los que dejamos atrás el sillón.
Un mundo de arañas espera el rincón que regala de su vida el vencido.
El día en que algo inesperado pasara llegó al coito de su existencia pero caminaron los forasteros sin rumbo como siempre con sus tristezas.
Me pregunto cuándo te irás, cuándo me dejarás sufriendo al fin, y sin embargo no espero ese día.
Que llegarás de pronto como ya no me sorprende más, me mirarás ala sangre y llorarás tus mentiras.
El tiempo nos une en la complicidad y aunque no lo quieras somos demasiado evidentes, que risa y mi risa se unen y sin la otra en el vacío se pierden.
Me pregunto si no me equivoco pero me vuelvo a ti y otra vez me miras con ilusión; claro que estás ahí mirándome aunque tapes tu vista y te creas ciego; no soltaré jamás tu mano y hasta cuando estés perdido en tu profunda oscuridad nuestras soledades se unirán, al mismo paso por el mismo camino.-
De la risa tuya beberán los pobres desolados que sedientos buscaron el amor en sucias bocas mendigueras. De tu risa las aves sentirán envidia y el canto alegre de la risa tuya llenará el pantano de alegría. De tu risa suave como una pluma, dulce como la miel, querrán los hombres imitar equívocamente por el largo viaje de una explosión de risa. De tu risa contenta, con gracia y plena nacerán seres extraños con olor a tierra y querrán reír con la risa tuya. De tu risa desembocará un río ardiente con peces cantores y algas danzantes, y una corriente unánime que se pierda en el horizonte.
Pero si un día sin pena ni gloria un desconocido se acerca demasiado, preguntará por ti. Tu risa vibrará nerviosamente y en el trayecto de la lengua y su encuentro con el pesado viento se perderá sin encontrar camino. Para que no temas reír osadamente, para que tu inseguridad no busque un por qué, para que la tristeza no alcance jamás tu boca, déjame ser dueña de la risa tuya.
Quiero cantar los versos mas dulces o elegir el color mas pálido de un poema perdido pero bajo el sol o ante el frío una rima se pierde en el silencio.
Quise entonar fuerte mi canción pero mi miedo llamó al llanto de mujer frágil ante el mundo que todas las voces callaron. Tristes ojos me miraron con atención, y los míos te buscaron compañera de batallas, ven y échame una mano.
Amiga, me dijiste no dejes que te atormenten los recuerdos del pasado, tu voz dulce y firme que enloquece se merece un lindo canto.
Atrevo mi osadía de sueltas lenguas a revelar ideas de pesados sueños con viejas miradas de desconsuelo y palabras de desmeno.
Bajo el cielo o detrás de las nubes las personas se rozan en la calle, no se miran a los ojos ni observan juntos sus detalles; que mas de una delicada dama cruzó en frente una mujer, y que ni importa su cintura sin cuidado de embellecer.
Seamos todos el pueblo unido que haga un mundo sin desigualdad, podemos crear juntos una mejor humanidad. Que hombre y mujer somos todos hermanos y los pasos son mas grandes si avanzamos de la mano.-
Corrí desesperada a mi cuarto, me escondí bajo de la cama. Sentía los rápidos pasos del hombre alto, sentía sus pies; tapé mis oídos con mucha fuerza pero era inevitable; era pequeña, tenía miedo y los pasos se aproximaban, eran tan bruscos que no me di cuenta cuando comenzó a correr. De pronto la puerta del cuarto se abrió de golpe y vi sus grandes bototos, sentía su respiración fuerte; temía que él pudiese darse cuenta que yo estaba ahí al sentir mi corazón; intenté callarlo y presioné muy fuerte mi pecho, pero éste me dolía gracias a las fuertes pulsaciones de mi corazón queriendo salir.
Al fin se fue, pero yo tenía miedo. Los pasos no paraban, ¡hasta cuándo seguiría ahí! Comencé a llorar en silencio; sentía aún los pasos y en un repentino movimiento que no logré percibir qué fue en realidad, escuché un grito, un terrible grito y enseguida mucho ruido, tenía mucho miedo, y pude percatarme de que aquel grito era de papá. Déjenme ir, decía, tengo una niña de 7 años, no puedo dejarla sola. Sus súplicas me llegaban al corazón, claro, yo era pequeña e ingenua, pero estoy segura de que hubiesen conmovido a cualquier persona, menos a él
No sé cómo me atreví, pero salí de mi escondite; la voz de papá se alejaba. La puerta de entrada se cerró de golpe, y yo apenas alcancé a verlo alejarse por última vez desde la ventana. Tenía miedo, estoy segura de que papá también.
Aún no me perdono el no haber corrido detrás del hombre que me dio la vida, la única persona en todo mi mundo, creo que de algo hubiese servido, al menos para decirle cuánto lo amaba. Pero las cosas de la vida no son así y el señor de verde se lo llevó. Yo quedé sola en casa, llorando.
A nadie le gusta, cuando es verano, acostarse en su cama y sentir la almohada caliente; es una sensación de mucho calor y tal vez pensemos que se nos derretirán los sueños. Distinto es llegar a tu irreemplazable colchón y sentir un momentáneo frío en el cuerpo, como si nadie nunca hubiese usado aquellas sábanas, como si no hubiesen sido testigo de los sucios pensamiento de anoche. Después de un rato, cuando la temperatura vuelve, volteamos hacia un lado y dejamos caer el cráneo en el hueco perfecto de nuestra almohada, el hueco frío y sereno que deja la impresión del reciente apoyo de un fantasma o de un alma lejana que viajó a nuestro dormitorio con la intención de acompañarnos incógnita y silenciosamente. Querido vacío, querido hueco que nos hundes en la más exquisita sensación de soledad concurrida y acompañada. Gracias espíritu lejano por venir a quedarte un momento a mi lado, mientras las sábanas vuelven a entiviarse y sin darnos cuenta comenzamos a dormir.
corriendo en un camino sin salida y llorando en el pueblo tuyo donde tus vecinos me refugiaron. No encuentro una sola sonrisa más pura que la mía entonces, y debajo de mi firme alegría, un puñado de polillas.
Muy bien si no quieres verme, por ahora esta muy bien, porque en el fondo yo tampoco quiero, pero si después de engañarnos vislumbras en tu jardín una flor más bonita que yo, puedes arrancarme de raíz y lanzarme al mar donde estaré esperando que me veas aunque sea en una puesta de sol.
Nunca está de más ese frágil momento de la oscuridad en que nos hundimos entre sábanas para deslumbrar lentamente aquel pensamiento escondido detrás de nuestro cerebro. En ese momento exacto todo está mucho más claro; la idea de nuestra felicidad o de nuestra tristeza; pareciera como si la noche viniera a revelarnos secretos de nosotros mismos. No falta aquella lágrima ingenua con miedo a salir de los ojos para no demostrar el asombro que provoca descubrir realmente quénes somos, pero más allá de una débil lágrima que teme transformarse en llanto, escondidos están los sueños que tiramos al olvido a cambio de una triste realidad. En esas horas de insomnio, tocamos con la yema de los dedos nuestros sueños y anhelos para recordar que existen; los asociamos a lo que somos ahora, y cuando todo está claro y transparente, cuando estamos listos para comenzar una nueva etapa y despertar al otro día en un mundo donde nosotros (tal cual somos) seremos el único protagonista, sólo ahí nos decidimos a dormir. Lo lamentable es que cuando despertamos, abrimos los ojos y vemos el mismo mundo que nos tiene presos, en eso de levantarnos y saludar, ya hemos olvidado la convicción con la que soñamos y ese sentimiento que nos estremeció en nuestra cama la noche anterior.-
Celebré contigo la victoria que no fue otra cosa que un game over. Salud compañero a la calle de nuevo. Embriagados pro el rencor y el odio jugamos al fuego rasgando las heridas. Qué ojos de guerreros, qué miradas de perro. Detuviste mi mano con la tuya y lanzanste la piedra mas sucia de sangre. Corre pronto y luego nos busca el carcelero ¡ Qué jodido futuro nos espera un día después de tamañan pesadilla ! Adelante, firme un paso parecemos payasos. Al final de la jornada otra vez te miro pero que cochinada de alegría. Mañana nos vemos a batallar de nuevo.
Con lo olvidadas que son las palabras tomaré firmemente algunas, con los concurridos que son los versos tomaré prestado alguno.
Ahora que estoy aquí abajo desnuda tras lejanas gotas de amor vuelvo para mirarte otra vez a los ojos como cuando no podíamos hacerlo. Me gusta sentir el olor del viento que tiene saber a ti en plena risa, cosquilla tan sublime que se aleja, tranquilo, tranquilo el viento.
Queremos un arcoiris ver ahora pero yo prefiero verte a ti, porque sólo eres mío y sabemos que el lejano minuto de la muerte vino ayer a visitarnos; menos mal fue un minuto y se fue llorando el ingenuo, pensaba llevarnos. - Hola querida - Adelante, un trago? Una copa de sangre para servir al tiempo en neblina; pudimos con ella facilemente, pero mañana cuando venga la tristeza tengamos cuidado con el licor amargo.
Encontré en mi propia soledad ansiada una luz que no quise seguir pero se acercó tanto que fue imposible ignorarla. Colgada de su sombra había una niña que sonreía callada deseando un poco más del placentero silencio. De pronto llegaste con un beso en la mano, una flecha en la otra y una mirada de palo.
Me hubiese gustado correr mas no pude alejarme y vi tus ojos fijos en medio de la luz, la misma que brillaba. Dijiste mi nombre como tantas veces pero yo lo oí como nunca antes, me percaté de tu sonrisa que no asomaba en los labios.
Al final de tu cuerpo clabaste una huella para yo verla y saber de ti, prolíjamente pensado.
Tu huella quedó junto a la mía, sembradas en distintos cielos unidas en un mismo paraíso. Espero verte luego, espero que quieras verme.
No vives en un mundo de fantasías, abre los ojos y sale a descubrir el mundo. Aweonao, las cosas no se cambian desde tu silón, a los sueños hay que salir a buscarlos.
Paseando por el ingrato pueblo del sur Un día Con fiebre de autobús posando a plena luz de sol Te encontré cabizbajo Mientras solía esconderme del tráfico con una sonrisa.
Una mirada de auxilio, Listo ya no necesitamos mas Un trago para el corazón Con mucho hielo por favor.
Compañera me dijiste Sálvame de aquí, Compañero yo te dije Vámonos de aquí.
Paso a paso, cuerpo a cuerpo De empujones nos fuimos al fin del mundo, Donde se termina la calle. Podía ver una gota asomarse por ti Por tu frente de soldado Que limpiaste suavemente, Lo siento estoy cansado.
En horas de penumbra en soledad Nos miramos a los ojos Y te agradecí con una sonrisa desesperada Haberme sacado del mundo. Tomándote de mi mano con firmeza Me agradeciste tu primero Somos dos desconocidos Hijos de un mismo pueblo.
Tal vez te vi en la calle un día de tantos Y no percibí tu triste mirada Debe ser porque luchabas a rostro oculto, Y yo gritaba de locura. Estoy loca te advertí, Me gustan las locas me dijiste; No quería que te acercaras Y menos mal no te acercaste.
Gracias te dije Y me temblaba la mano Compañero de batallas, no te vayas mi hermano.
Mañana viene al vuelo una blanca paloma Podemos verla juntos se me ocurrió de pronto No le dije por miedo a mi compromiso tembloroso. Me tengo que ir dijiste, te espero mañana.
Se alejó de pronto con el crepúsculo detrás; Sabíamos que mañana veríamos a pasar la paloma La que nadie nombró. Me gustó su mirada, su sonrisa oculta, Que sea rápido mañana, por favor mi cielo. Que bruta soy, siempre me pasa, ¡Ni se como llama! Quise correr a preguntarle, Pero ya se había ido.
Podemos describir la Literatura como el arte que se utiliza de manera oral o escrita. Debemos recrordar que los literatos no dejan de ser artistas. Detrás de un mundo de palabras pueden esconderse emociones y sentimmientos que dan a interpretar dentro de los corazones. Cada persona tiene un medio por el cual sabe expresarse, por esto solímos escondernos o hacernos transparentes detrás de nuestro querido medio. La literatura es la conección que se da explucivamente entre escritor e interprete, por ello, querido lector, bienvenidos a descubrir qué hay dentro de su propia imaginación y mi forma de ordenar las letras.