Caminar para avanzar

8:03 Edit This 0 Comments »
Es hora de comenzar a ser nosotros, saltarnos el límite que nos designa el extraño y aferrarnos a la idea de caminar por un sendero que nos lleva a la plenitud de nuestro ser; de nuestro querer ser alguien diferente, de no sentirse parte del resto, sino de un espejo autocrítico que señala virtudes y defectos en el mundo real que con nuestras manos construimos.
Es tiempo de dejar salir a nuestra alma a través de nuestro cuerpo, mas que una imagen, una persona que el mundo necesita conocer para deleitarse con las cualidades únicas que cada persona tiene como gran especialidad. Privar al resto de nuestro verdadero ser que llevamos dentro es el acto egoísta que conlleva la inseguridad, el miedo a mostrar lo diferente que podemos ser, lo maravilloso que escondemos debajo la piel.
Cada gloria necesita un previo error, como qué sería del levantarse sin haberse caído una vez antes; el verdadero conflicto se genera cuando de tanto correr se nos agotan los pasos, entonces agotado de tanto caminar en círculo queremos caer exhaustos. El verdadero sentido del andar, espera por nosotros en cada milímetro que avanzamos, no hacia el mismo sitio, sino hacia un horizonte que no logramos percibir, cuando inagotablemente seguimos el infinito que nunca saciará nuestra sed con suficiente alegría, ni con suficiente amor. Pero ¿qué pasa cuando nos vemos solos ante el abismo? el escoger a una persona cuando sentimos que más la requerimos no lleva a buenos resultados; el que busca desesperadamente no encuentra lo que necesita. Disfrutar de cada momento y sonreír, cuando de pronto sin darte miras a un lado y ahí está, ahí junto a ti, caminado hacia un mismo destino, afirmándote en cada paso, afirmándolo en cada paso. Conjuntamente, podemos decir, que dentro de nuestra soledad siempre estuvo presente una compañía que silenciosamente nos gritaba que nos levantáramos, que siguiéramos, era ella la que nos creaba la ilusión de que más adelante estaría esperándonos, jugando alegremente con nuestros sueños.


Ahí vas: a mi lado, en mi soledad y en mi silencio, colgado de mis ilusiones que también son tuyas, en la plenitud de nosotros mismos sin piel y sin espejo, sin prejuicios y sin vanidades. No sabemos si la eternidad nos pertenece, pero caminamos hacia ella con las ganas de saber que somos uno. Es hora de mirarnos a los ojos, pero será mejor mañana, cuando tengamos que mirarnos las almas.

0 comentarios: