QueMilesDeFloresAlcancenPlenitud

No tiene rumbo fijo esa idea que suele aparecer en la cabeza y espera por su bien mantenerse lejos de los labios, pero nadie pretende decir a otro alguien un por qué de aromas tan añejos y sentimientos tan fuera de moda.
A veces los nudos en la garganta pueden aorcarnos, es sierto; entonces llora, y deja de llorar... sí, eres un estúpido.
Podemos mantener esa sonrisa un poco agotada, llena de manchas, de cicatrices que gritan al viento un porfavor me cansé, aquí estoy para escuchar tus gritos, ojalá desde donde estés puedas escuchar mi bienvenida.
Buenos días al amor, a la flor que vimos brotar mientras quisimos tapar nuestros rostros y después de un tiempo necesitamos un rosro descubierto, completo de seguridad, completo de felicidad, porque tú lo llenabas.
Querido... aquí estamos, mirándonos las caras como encapuchados que lanzan la piedra y huyen, sólo que ninguno se atreve a lanzar un grano de arena.
Mejor no encadenemos este maldito corazón con un suspiro que lo condenaría a la conformidad, es más lindo abrir bien los ojos y decir que estamos dispuestos al desafío.
Tú que lees, tú que no eres mucha gente puedes decirme... ¿qué hay detrás de ti? claro.

Un mensaje desesperado: la acidés de las pepas están en las naranjas y aunque volvamos a caer en lo mismo, el jugo se seca en las heridas mas profundas y luego la sangre llega a salvar las vidas. ¿deberíamos pensar no caer? mejor aprendamos a caminar y después hablamos.